Alexander Calder (1898-1976) es conocido por sus esculturas móviles.
Pero pocos conocen su fascinación por el circo. Comenzó a confeccionar, con los materiales qué el usaba magistralmente (trapo, madera, alambre, y alguna goma), una pista de circo sobre la que fue añadiendo los personajes que conforman una compañía completa. El mismo Calder daba vida a todos y cada uno de los personajes (trapecistas, domadores, payasos, lanzadores de cuchillo, leones…), y les ponía voz, mientras que su esposa, en un aparte, pinchaba en un tocadiscos las típicas melodías circenses.
1 comentario:
Hola profe, aunque a veces me queje un poquito da gusto lo bien que enseñas y sobre todo la paciencia que tienes conmigo. Gracias y a seguir asi.
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